La oferta de programas basados en Mindfulness se ha multiplicado, y hoy tenemos diversos programas con perfiles diferentes. Programa de reducción de estrés (MBSR), Programa Mindfulness y autocompasión (MSC), Programa para el manejo de la ansiedad (MMA), Programa Mindful Eating (ME-CL)

¿Cómo discernir el más adecuado?

Aquí les compartimos algunos criterios.

MBSR

Si sufres por estrés o tienes alguna enfermedad crónica, este es un muy buen programa para ti.

Hay evidencia de sus beneficios en ansiedad, y varias enfermedades que involucran el sistema endócrino, inmune, cardiovascular, digestivo.

El programa de reducción de estrés es el más indicado si quieres comenzar a practicar Mindfulness, y tienes disciplina para practicar entre 30 y 40 min por día. Es un programa con muchos años de investigación, y propone un protocolo de entrenamiento sistemático intenso.

Si eres profesional de la salud o educación  y quieres comenzar a formarte, sin duda este es un programa que te dará una sólida experiencia, y te habilitará a seguir luego con la formación profesional.

MSC

Es un programa de última generación, que entrena habilidades para relacionarnos con nosotros mismos con amabilidad.

Si tienes un crítico interior muy exigente, un diálogo interior hostil hacia ti mismo, este es el programa que más se ajusta a tus necesidades.

La investigación, en rápida expansión, demuestra que el entrenamiento en este programa aumenta la auto-compasión o amor incondicional hacia uno mismo, la compasión hacia otros, el bienestar emocional, disminuye la ansiedad, depresión y estrés, y ayuda al mantenimiento de hábitos saludables como dieta y ejercicio y a tener relaciones personales satisfactorias.

Requiere entrenamiento diario de aproximadamente 30 minutos diarios entre prácticas formales guiadas y prácticas en la vida cotidiana.

MMA                                                                

Nuevo programa creado en Uruguay.

Si tu problema es específicamente la ansiedad, y te perturban especialmente los síntomas físicos asociados al trastorno, este probablemente sea el más indicado para ti.

Requiere entrenamiento diario en casa, con prácticas entre 10 y 20 minutos.

ME-CL

Si tu problema se centra en la alimentación, comes compulsivamente, tienes atracones y quieres salir de la mentalidad de dieta, este programa es para ti. Requiere entrenamiento diario con prácticas cortas, sobretodo antes durante y luego de comer.

 

Para profundizar…

Hemos recibido muchas preguntas acerca de las diferencias entre la ansiedad y el estrés.

Aquí les dejamos un texto para profundizar en el tema  y comprender las diferencias entre uno y otro.

La ansiedad  como mecanismo adaptativo

¿Quién no ha sentido, en medio de una noche oscura,  esa  calesita de  pensamientos  anticipatorios de algo que tememos nos pase? La mente inquieta impidiéndonos conciliar el sueño. O tal vez ese estado de desasosiego o inquietud frente a algún desafío de la vida.

Lo que caracteriza a la ansiedad, a diferencia del miedo, es que toda esa activación del sistema de amenaza, responsable de prepararnos para huir o luchar, aparece sin que haya en el momento presente nada con lo que luchar o de lo que huir.

Cuando el sistema de amenaza se activa por un hecho que está ocurriendo en el presente (  un desconocido que se acerca de golpe y nos sorprende), llamamos miedo a la emoción que nos inunda.

Cuando se activa el sistema de amenaza por un hecho recordado o anticipado ( recordamos cuando perdimos un examen, e imaginamos lo que nos podría pasar si lo perdemos nuevamente), llamamos ansiedad a la emoción que sentimos.

La ansiedad es entonces una respuesta adaptativa,  a una situación que entraña cierta incertidumbre, “cómo me va a ir en el examen”? En la que el malestar,  generado por la anticipación, nos impulsa a estudiar, por ejemplo.

De modo que se trata de un estado en el que la anticipación juega un rol definitorio. Estamos anticipando, algo que puede pasarnos, y constituye alguna forma de amenaza. La utilidad evolutiva es prepararnos para afrontar de la mejor manera el evento en cuestión.

Podemos sentir un estado mental de inquietud, sensaciones físicas- generalmente leves- de tensión,  sensaciones en el aparato digestivo (burbujeos, etc),aumento de la frecuencia cardíaca, sensaciones en el pecho de calor, o leve opresión. Incluso puede ocurrir que ante alguna situación experimentemos una intensa sensación de ansiedad, lo que la diferencia de la ansiedad patológica es que se trata de algo transitorio, y aunque otras personas reaccionarías diferente ante el mismo hecho, la mayoría podrá empatizar y comprender lo que nos ocurre.

Si estamos vivos, no podemos escapar a sentir esta clase de estados, que son pasajeros.

La ansiedad como sufrimiento

La ansiedad, ya no es adaptativa, cuando   Interfiere en nuestra vida, sea porque es excesivamente intensa, se ha vuelto crónica o muy frecuente.

Se trata de un proceso fisiológico, emocional y cognitivo, que se realimenta a sí mismo, elevando en cada bucle de realimentación, el malestar.

Las sensaciones de la ansiedad, llaman al proceso cognitivo a tratar de dar sentido a lo que nos está ocurriendo, imaginando los escenarios más temidos.

Los pensamientos anticipatorios desbocan el miedo e incendian  las sensaciones físicas.

Cualquiera de ellos,  emoción, pensamiento y sensación, puede ser la ventana de inicio del círculo , activando de modo automático los otros procesamientos.

Los psiquiatras y psicólogos, diagnosticamos varias formas de trastornos en los que está presente la ansiedad como sufrimiento.

Ansiedad y estrés

Muchas veces los términos ansiedad y estrés se usan indistintamente. Pero no son sinónimos. Si bien en ambos casos  se produce una reacción de  activación fisiológica, mediada por el eje del estrés.

El estrés es una respuesta del organismo como un todo ante una situación de amenaza. La ansiedad es una reacción emocional de alerta ante una amenaza. Si bien  la ansiedad es la reacción emocional más frecuente en el estrés, no es la única posible

El estrés puede acompañarse de diferentes estados emocionales.

El estrés positivo se acompaña generalmente de una experiencia emocional de desafío, leve excitación, entusiasmo.

Cuando el estrés rebasa nuestra capacidad de adaptación, es posible que nos sintamos ansiosos, irritables, enojados. Tal vez experimentemos miedo o pánico si estamos en una situación que amenaza nuestra vida, como un accidente  o un robo violento.

Cuando el estrés se vuelve crónico es posible que nos sintamos abatidos, deprimidos, sin energía, apáticos o irritables.

De modo que la ansiedad es una de las experiencias emocionales posibles del estrés.

Los sistemas reguladores del organismo ( psicológico, neurológico, endocrino, inmunológico), están íntimamente interrelacionados, y la modificación de uno dará como resultado indefectible un cambio en el otro. Por tanto no es de extrañar que enfermedades endocrinas, metabólicas, inmunes y otras, tengan muy comúnmente un correlato de síntomas en el área emocional. La ansiedad está presente en muchas de ellas.