Estimados amigos, me motiva a escribir estos párrafos, la intención de compartir algunas reflexiones acerca de las formas que va tomando el crecimiento del Mindfulness en nuestras latitudes, y en nuestro país, que no es ajeno a las dificultades que se han presentado en todo el mundo. Podemos decir que en la medida que el Mindfulness se expande en más y más  países, se van sumando enormes beneficios disponibles para los interesados en practicar, y dificultades a la hora de orientar el crecimiento dentro de la ética.

Identificamos por lo menos  tres grandes líneas, o formas en las que el Mindfulness va  expandiéndose.

  1. Una línea , sustentada en la investigación,   ha dado lugar a los siguientes desarrollos:

A: la creación de  protocolos que tienen una secuencia de formación para llegar a impartirlos, certificados por Universidades y/ o Centros especializados de alta calidad.

(Programas MBSR, MBCT, ME-CL, MSC, etc)

B: la creación de   modelos de psicoterapia basados en Mindfulness y o Compasión

(DBT, ACT, CFT, etc.)

  1. Otra línea de desarrollo, ha sido la creación de intervenciones basadas en Mindfulness, sustentadas en investigación de varias fuentes ( Mindfulness, neurociencias, compasión, investigación en psicoterapia etc.)

De esta línea de desarrollo han surgido aplicaciones clínicas basadas en Mindfulness, susceptibles de ser usadas por clínicos de diferentes corrientes. Y también modelos grupales de intervención, en forma de  talleres o programas, creados por profesionales  que tienen una formación muy sólida, en general en varios programas oficiales, además de extensa formación en áreas específicas que dan sustento, y coherencia a sus propuestas, ( un ejemplo sería Cultivo – instituto de ciencias para el florecimiento humano en México).

  1. Otra forma de expansión ha sido  la creación de programas por  parte de personas,  que no cuentan con acreditación suficiente para impartir protocolos estandarizados, y por tanto se vuelve muy  dudosa la solidez de su formación, para crear nuevas intervenciones. También proliferan en el mundo la creación de talleres que son un copia y pegue de programas oficiales, de los que  además no tienen acreditación.

Lamentablemente, pero es harina de otro costal, están aquellos que hacen una publicidad engañosa, poniendo en sus talleres la sigla de un programa para el que no tienen acreditación, o llamando Mindfulness o Compasión a intervenciones que no las representan.

En este panorama, se hace necesaria una reflexión serena.

 

Nuestra experiencia

He trabajado en el área de la  integración en psicoterapia, desde hace 20 años, formando un grupo interdisciplinario, con el que trabajamos por espacio de  más de 10 años, de forma semanal e ininterrumpida, hasta que le dimos forma institucional a nuestra movimiento, fundando SEEIP ( Sociedad para la exploración y estudio de la integración en psicoterapia). Esta institución, albergó por espacio de los primeros años pioneros, a la mayoría de los profesionales formados en Mindfuness en Uruguay. Constituyó   un espacio de práctica, estudio , reflexión e intercambio acerca de la integración del Mindfulness en nuestra práctica clínica individual y grupal.

De modo que he tenido oportunidad de aprender y reflexionar, acerca de los modos virtuosos de  integrar saberes, y también las dificultades que se presentan a la hora de integrar de un modo coherente los aportes de diferentes corrientes o disciplinas.

En el año 2016, con el Lic Carlos Cabrera, la Bioquimia Clinica Paula Brandino, y quien escribe, Margarita Ungo,  emprendimos la tarea de crear un nuevo programa, que llamamos MMA, Mindfulness para el manejo de la ansiedad. En el 2017, hicimos los primeros pilotos. Y en el 2018 lanzamos el programa.

La intención de crear el programa, partió de tres constataciones:

  1. Nuestra formación en Psicotraumatología, especialmente en Experiencia Somática, nos permitió constatar en nuestros pacientes con trastornos de Ansiedad, que se beneficiaban extraordinariamente, cuando trabajábamos con ellos desde el paradigma terapéutico del Mindfulness, con técnicas somáticas provenientes de E. S de P. Levine y Terapia sensorio motriz de Pat Ogden. Ambas son terapias que trabajan con la activación fisiológica que se produce en el trauma. En la ansiedad, se produce una desregulación fisiológica, caracterizada por el aumento de la actividad del SNS
  2. ( sistema nervioso simpático), y algunas veces una desregulación de la activación del SNP ( sistema nerviosos parasimpático). Trabajar en atención plena con esta desregulación, con las técnicas somáticas, constituye un aporte sustancial para el manejo de los síntomas típicos de la ansiedad, asociados a esta desregulación fisiológica.
  3. Los programas MBSR, y MBCT, que tienen evidencia empírica de eficacia en ansiedad,   surgen de un paradigma cognitivo, en un caso, y ambos incorporan para el trabajo con el cuerpo las herramientas que las tradiciones contemplativas milenarias aportaron. No incorporan las herramientas de la Somática, que ha aportado nuevas miradas y técnicas para el trabajo con el cuerpo.
  4. Las investigaciones en el área de la compasión y auto compasión han demostrado su eficacia para el tratamiento de la ansiedad.

De modo que la motivación para crear un nuevo programa partió de la idea de poder aportar algo nuevo. Apoyados en  los programas ya existentes ( MBSR y MSC), queríamos evaluar la posibilidad de integrar y adaptar para el  formato grupal, algunas técnicas de E. S.

A la hora de integrar tenemos que evaluar la congruencia, de aquello que deseamos integrar.

E.S, es una terapia cuyo trabajo se realiza enteramente en atención plena, y las bases teóricas que sustentan su   eficacia terapéutica comparten el paradigma contextual, común a la mayoría de los abordajes basados en Mindfulness y Compasión.

Para hacer una primera evaluación de resultados, pedimos a una investigador de la Universidad Católica, ( Martín Bidegain) que diseñara y evaluara un cuestionario además de pasar un test pre y post curso. Si bien esta primera evaluación no cumple con todos los ítems de una investigación, como grupo testigo, por ejemplo, nos permitió dar otro paso confirmatorio de la eficacia del programa.

Para armar el equipo que iba a diseñar el programa procuramos que todos tuvieran unas bases formativas comunes y especialización en las áreas básicas del programa.

Los tres profesionales que trabajamos, tenemos en común la formación en Mindfulness (programa MBSR, y algunos formación profesional en  ME.CL y MSC.), y una experiencia de varios años dando programas basados en Mindfulness.

Los tres tenemos formación en Experiencia Somática (dos de nosotros terminada  y una tercera en formación)

Los tres cursamos el programa MSC, y una de las personas es Profesora certificada del mismo.

Dos de nosotros somos psicoterapeutas con diferentes especializaciones clínicas, y la tercera persona es bioquímica clínica y Profesora de programas Mindfulness.

Nos hemos esforzado, por garantizar la calidad de lo que ofrecemos, y seguiremos en ese camino. Estamos ahora escribiendo un libro en el que sistematizamos los aportes del programa que se publicará en el 2019, y estamos buscando investigadores que se interesen en continuar los incipientes pasos que hemos dado en ese sentido.

Este artículo pretende aportar a la reflexión de quienes trabajamos con Mindfulness y a los usuarios de los programas.

Esta ha sido nuestra experiencia, y nos parece importante transparentar los pasos que dimos intentando lo mejor que podíamos, asegurar la congruencia epistemológica y metodológica. También quisimos hacer explícito los criterios que usamos para la conformación del equipo. y lo que nosotros  consideramos requisitos básicos.

Esta ha sido nuestra experiencia y no pretendemos imponer criterios, pero sí que sirvan de base para un dialogo, y para hacernos preguntas:

 

¿Cuál es la motivación e intención, al crear un  nuevo programa?

¿Qué formación mínima sería necesaria para hacerlo, y cuáles los criterios para formar los equipos?

¿Cómo encontrar el equilibrio entre traer y ofrecer al público interesado la rigurosidad de los programas estandarizados frente a  la posibilidad de hacer aportes creativos serios, que surjan del real deseo de aportar algo nuevo o adaptar lo existente a las necesidades de  diferentes poblaciones?

¿Cómo motivar a que en nuestro país, haya  interés de las Universidades en investigar en los nuevos protocolos?

¿Cómo ayudar a que los usuarios puedan diferenciar las propuestas rigurosas, de aquellas que pueden conducirnos de modo nefasto a la tierra del Mac Mindfulness?

¿Cuándo es útil y necesario crear nuevos programa, y cuándo es un camino incierto?

Creemos que son preguntas sobre las que vale la pena reflexionar y ojala llegar a criterios comunes, en algunos puntos.

Creo que a la inmensa mayoría de los profesionales nos importa crecer con alegría compañerismo, y ética. Creo firmemente que la mayoría de las personas quieren  trabajan de forma seria y cuidadosa.

Y también creo que si no se explicitan los caminos idóneos para formarse en una nueva disciplina, como lo es Mindfulness y Compasión, las personas se confunden fácilmente, y parece que todo es más fácil de lo que en verdad es.

Por este motivo, y por tener conciencia de que somos vistos por algunos como uno de los referentes en el tema, dentro de nuestro país, sentimos la responsabilidad de aclarar el camino recorrido para la creación de un nuevo programa. Este programa está en construcción, somos conscientes de que  faltan instancias de investigación, y estamos deseosos de poder dar pasos firmes en ese sentido. Al mismo tiempo, estamos convencidos de su potencial y de su aporte original y  confiamos en la solidez de todo el recorrido hecho por cada integrante del equipo.

 

Margarita Ungo

Julio del 2018