alicia

Alicia, ha tenido un día tenso, discutió con una compañera de trabajo, y tuvo que soportar los reclamos de varios clientes, algunos de los cuales se mostraron francamente hostiles.

Al llegar a la casa, lo único que quería era encontrar alivio a toda esa tensión.

Prendió la tele mientras cocinaba algo, y comenzó picotear galletitas, queso, y lo que encontró en la heladera.

Cuando estuvo lista la cena, se sentó frente a la tele, con la fuente de  comida y una  botella de gaseosa, mientras zapeaba programas sin encontrar nada que realmente le gustara. Comía un bocado detrás de otro, masticando apenas, sin ninguna consciencia de su cuerpo, sus emociones y la forma acelerada en que vaciaba su plato y lo volvía a llenar.

Cuando terminó de comer se encontraba vagamente insatisfecha, cierta opresión en el pecho, una sensación de desasosiego. Mientas revisaba el Facebook y contestaba email, fue mecánicamente  al cajón donde guardaba  el  chocolate que compró de camino a su casa.

Sin darse cuenta cómo, casi se acaba la tableta de chocolate.

Se va a la cama enojada consigo misma, en un diálogo interior de autoacusación, con sensación de tener el estómago demasiado lleno.

Alicia no estaba presente en el acto de comer.

¿Dónde estaba? Estaba distrayendo su mente y sus  emociones, en un intento fallido de encontrar alivio.

Muchos de nosotros  comemos a veces con la mente puesta en nuestros problemas, y mientras nos alimentamos, masticamos enojos, pensamientos repetitivos que no podemos sacar de la mente. Otra forma de no estar presentes en nuestra comida.

Otros comen midiendo obsesivamente calorías, privándose del placer de la comida, y tampoco están presentes en su cuerpo, mientras se alimentan.

Mindful eating nos propone  un camino para conectar con nuestro “nutricionista interior”. La capacidad de reconocer las señales del cuerpo y las habilidades de hacer las pausas conscientes necesarias para darnos cuenta lo que nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro corazón está necesitando. Muchísimas veces, no es más comida  lo que necesita nuestro cuerpo- mente  agitado. Podemos aprender a responder a nuestras verdaderas necesidades  si suspendemos el piloto automático.

Nuestro nutricionista interior, puede ayudarnos a que mantener un peso saludable, sea una consecuencia natural de comer atentos.

Psic. Margarita Ungo