A“Sabiendo que la palabra puede ser fuente de felicidad como de sufrimiento, me comprometo a aprender a hablar con sinceridad, empleando palabras que inspiren a cada uno confianza en sí mismo, nutriendo la alegría y la esperanza, procurando la armonía y comprensión mutuas”.
Fragmento de los cinco entrenamientos en la plena consciencia. Plum Village
¿Qué hay de nuevo, viejo?
Relacionarnos a través de las redes sociales, ha traído cambios y nuevas maneras de comunicarnos. En un clic, llegamos a muchas personas de nuestro entorno, y si nuestro post es compartido, no sabemos realmente quiénes serán los destinatarios de nuestra comunicación.
Facebook , Instagram, Whatsapp, como buenos hijos de esta era de inmediatez, invitan a una reacción emocional, más que a un intercambio reflexivo y ecuánime.
Así es que en las redes se puede ver pseudo información, desinformación, mentiras, ilusiones, insultos, intolerancia, falta de respeto, junto a noticias, opiniones respetuosas y fundadas, humor, mensajes de motivación y auto ayuda, recuerdos, etc.
Las redes obligan a una comunicación sin vernos ni tocarnos, sin escuchar tonos y matices emocionales de nuestra voz, no tenemos disponibles los canales naturales de la empatía, que son canales biológicos, mediados por milenarios circuitos evolutivos forjados en la proximidad de las mentes y los cuerpos.
Nuestras viejas pasiones y creencias, encuentran en las redes una nueva manera de expresión. Por desgracia esta inmediatez y falta de contacto real, cara a cara, facilita que nuestras “ideas” salgan a la luz de un modo crudo e irreflexivo, que a menudo hiere u ofende. O que perdamos de vista preguntarnos acerca de la fuente de lo que compartimos. Nos apuramos a compartir, muchas veces, porque queremos creer lo que afirman, ya que confirman nuestra idea de cómo son las cosas. En general, todos queremos tener razón. Cuando la pasión y las creencias estrechan nuestra conciencia, tenemos dificultad para ver nuestro punto de vista, justamente como eso. La inmediatez de las redes no facilita la tarea de parar, ver la globalidad de la situación, preguntarnos si tenemos toda la información, y expresar lo que pensamos, admitiendo la dignidad del que piensa diferente a nosotros.
La plena consciencia (Mindfulness), puede ayudarnos a mitigar esta tendencia a la reacción automática, y ayudarnos a dar respuestas reflexivas y amables.
Casi todos nosotros, si estamos en contacto profundo con nuestros valores y nuestra capacidad amorosa, si estamos claros, preferimos comunicarnos de un modo que contribuya realmente a la vida.
¿Por qué nos es difícil a veces, hacer lo que verdaderamente queremos?
Muchas personas guardan en sus cuerpos, mente y corazón, traumas individuales y colectivos. Como especie, son incontables las situaciones de violencia, pérdida, desolación, dolores inenarrables, que hemos sufrido a lo largo de la historia. Y si bien también es cierto que, gozamos de una increíble capacidad de resiliencia, los traumas no resueltos suelen activar respuestas primitivas en nosotros. Por definición, cuando se activa una memoria traumática, perdemos momentáneamente la capacidad de diferenciar el presente del pasado. Reaccionamos a algo que nos recuerda un trauma pasado, como si se tratara de lo mismo, perdiendo la flexibilidad cognitiva y el discernimiento. Saltamos entonces con la fuerza de los instintos de conservación, a pelear o defendernos, sin poder ver que tenemos ahora otros recursos, y que se trata de otra realidad.
Otras veces, nos dejamos llevar por la fuerza de la tribu. Una de las cosas que más nos importa a los humanos, es sentirnos parte. Sentir la aprobación de mi tribu, puede ser un reforzador de las conductas de atacar, enjuiciar y ser poco tolerantes y apreciativos con los que piensan diferente.
El estado de estrés de nuestro cuerpo y mente, lleva también a la aceleración, a dejarnos llevar por la impulsividad, y muchas veces a zambullirnos en las redes de un modo compulsivo o adictivo.
Sean éstas u otras, las causas de nuestro actuar inconsciente en las redes, lo primero es no enjuiciarte. Ser amable contigo mismo, te ayudará a cambiar lo que necesites transformar, en casi cualquier área de tu vida.
Cada época que nos ha tocado vivir, como especie, ha venido preñada de posibilidades y desafíos. El manejo de las redes es uno de los desafíos que nos impone los tiempos que vivimos. Podemos zambullirnos en ellas de un modo inconsciente y automático, o ver la posibilidad de beneficiarnos, y manejar los desafíos de un modo consciente. Para ello la mayoría de nosotros necesitamos tener clara la intención y reforzarla día a día.
Cultivar la intención
Cuando nos tomamos un tiempo para reconocer el sufrimiento provocado por las palabras irreflexivas, es posible que surja en nosotros el anhelo natural de contribuir a una mejor convivencia, de sentirnos comprometidos con aportar a la comunidad, desde un lugar de más consciencia y amabilidad. Es posible que sintamos el llamado a participar en la creación de una cultura de paz. Ello no quiere decir que dejemos de oponernos a tantas injusticias que existen en este mundo, todo lo contrario, se trata de hacerlo con palabras responsables, ponderadas, que no generen más división y heridas.
Te invito a redactar tu propia intención, con tus palabras. Podría empezar así:
Consciente de …………………………………………………………………………………………………………………………………….., me comprometo a………………………………………………………………………………………………………………………..
Trata de que tu intención sea concisa, y acotada. Siempre es mejor empezar por algo pequeño, que puedas sostener en el tiempo. Tu intención puede ir floreciendo a lo largo del tiempo, y crecer hacia nuevos asuntos, más adelante. Redáctala, y tenla cerca de ti, en tu mesa de luz, dentro del libro que estás leyendo, en la heladera pegada con un imán, en tu agenda, etc. Léela, de vez en cuando para tenerla presente.
10 Tips que nos ayudan a mantener la intención
- Pegar en tu celular o computadora, algo que te recuerde tu intención
- Instalar un Mindful bell, que suene en el cel o la compu, y te recuerde tu intención
- Poner el celular fuera de tu vista, cuando no necesites usarlo
- Bajarle el volumen y quitar las señales de que has recibido un mj
- Decidir tú, los momentos en que consultas tu cel, o vas a las redes.
- Cuando leas o veas algo que te active con emociones negativas, haz una pausa antes de responder. Deja el celular y levántate, puedes hacer una pausa Mindfulness, recordando tu intención. Deja que la emoción se calme completamente y si quieres vuelve a considerar si quieres contestar y cómo vas a hacerlo.
- Cuando sientas muchas ganas de decir algo, espera.
- Antes de compartir una noticia, chequea la fuente, y pondera si necesitas saber más del tema antes de apurarte a compartir.
- Nota si estás muy pendiente de los “me gusta”, y considera la posibilidad de deshabituar a tu cerebro a chequear las reacción de los otros.
- Cuando te des cuenta que no has actuado de acuerdo a tu intención, sé amable contigo mismo, como si estuvieras enseñando a un niño. Deja el error atrás, y vuelve a intentarlo con mucha paciencia hacia ti mismo. Ten en cuenta que somos muchos los que estamos como tú, tratando de enseñar a nuestro cerebro, hábitos más saludables y compasivos.
Psic. Margarita Ungo