La práctica del Mindfulness disminuye nuestra tendencia a preocuparnos, sobre cosas que aún no han pasado, y mejora nuestro control sobre aquellos pensamientos que nos resultan angustiantes. Nos da herramientas para surfear las sensaciones físicas y emocionales de la ansiedad, de modo de no abrumarnos con ellas, y poder regularlas.